Skip to content


La donación de órganos y las deficiencias administrativas médicas

La escena de los trasplantes de órganos en España es todo un mundo desconocido. Es de sobra sabido por qué España es de los países con más alto indice de donaciones por habitante, y a pesar de ello es poco sabido por qué las cifras son tan altas.

En España el ámbito legislativo de las donaciones indica que salvo comunicación expresa del paciente, éste es automáticamente considerado donante de órganos. Esto es algo conocido de sobras en el ámbito médico, y cada vez más conocido fuera de ese ámbito. Es lo que se llama «consentimiento presunto», o lo que es lo mismo, todos por defecto somos donantes de órganos porque no hemos expresado lo contrario.

Comprendiendo esta explicación podemos pensar que las cifras de donaciones estarían por las nubes, y así ha sido durante muchos años. Pero esto está cambiando. Desde hace 2 años estas cifras se han estancado y están empezando a bajar. Es básico presuponer que una normativa entra en conflicto con el resultado de estas cifras, por lo que debemos profundizar un poco en el comportamiento de los medios que intervienen en el proceso.

Cuando una persona fallece, uno de los procesos que se ponen en marcha casi al momento es el de la extracción de órganos. Puede parece algo cruel e insensible, pero debemos considerar que esos órganos sólo salvaran la vida de alguien si se extraen cuanto antes del fallecido.

Se estudia cada caso de forma individual, se revisa el historial del paciente para saber si es apto para la donación. Los médicos deben comprobar que el paciente no tenía ninguna enfermedad que afectase a los órganos. Este proceso es un punto crítico debido a la des-centralización y incomunicación entre las mancomunidades y las diferentes comunidades autónomas en cuanto a entes sanitarios se refiere. Un paciente puede tener un historial médico en Madrid con un listado de análisis de enfermedad desconocida de riñón, y no tenerse constancia de estos datos en Barcelona porque la información no está centralizada.

Así mismo, comprueban que las causas de la muerte no afecten a los órganos. Pasos más tarde, y una vez se ha verificado que el paciente es apto para la extracción, se ponen en contacto con los familiares. Aquí es donde aparece el otro punto crítico del proceso y en el que me centraré. Los médicos no saben si el paciente había expresado su intención de NO donar sus órganos. Por eso deben consultar con la familia para obtener su «consentimiento». Y lo pongo entre comillas porque en realidad el médico no necesita que la familia dé su consentimiento. Por ley el paciente es donante y salvo que se haya expresado por escrito, lo seguirá siendo. Los médicos en cambio son ciertamente humanos y prefieren que la familia en pleno duelo no pase por más malos tragos.

Esta decisión tan humana de los médicos provoca la primera brecha en el proceso de donación. La decisión del difunto paciente queda relegada o completamente descartada, y pasa a manos de la familia, que en muchos casos toma una decisión negativa debido principalmente al momento en el que se hace la petición de donación. Muchos médicos realizan en este proceso una labor extraordinaria y claramente social, dialogando con la familia para conseguir esa donación. No es su trabajo, y psicológicamente puede causar cierto daño en un bando u otro.

¿Cómo podríamos suavizar los puntos críticos en este proceso? Es cierto que la ley que nos hace donantes es verdaderamente un punto progresista. Y tiene implicaciones muy claras en otros ámbitos, reconociéndose como un frente claro contra el mercado negro de tráfico de órganos. Pero es una ley aplicada a medias. La familia no debe ni puede influir en la decisión del paciente. Así mismo existen instituciones públicas que gestionan y distribuyen los órganos para su posterior trasplante, siendo estas instituciones de ámbito nacional. Lo que no existe es una institución que almacene y gestione las decisiones de los pacientes de no ser donantes. Esta institución simplemente debe gestionar las peticiones para evitar decisiones contra voluntad de los pacientes y evitar la interferencia tanto del médico como de la familia, ambos con posibles intereses propios.

¿Cómo podríamos agilizar el proceso de donación? Existe un caso curioso de celosía administrativa en España. Las instituciones médicas no están centralizadas, nuestros historiales médicos están almacenados en los centros médicos regionales, y no son accesibles desde cualquier otro centro nacional. Esto tiene muchas implicaciones, desde redundancia de información clínica, a repetición de procesos tantas veces como visitas se hagan a diferentes centros regionales. Si existe una institución que gestione los historiales médicos, se reducen gastos en trabajos que ya se han hecho en otros centros médicos, y la consulta de esta información es inmediata.

Posted in General.

Tagged with , , , , , , .


One Response

Stay in touch with the conversation, subscribe to the RSS feed for comments on this post.

Continuing the Discussion

  1. Bitacoras.com linked to this post on 5 febrero, 2012

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: La escena de los transplantes de organos en España es todo un mundo desconocido. Es de sobra sabido por qué España es de los paises con más alto indice de donaciones por habitante, y a pesar de ello es poco sabido por quÅ..